Los hipercoches como el Ferrari F80 son objetos para unos pocos multimillonarios. Sólo 799 clientes en el caso de la nueva criatura de Maranello. Sin embargo, están al alcance de todos. Basta con entrar en el configurador online y empezar a soñar, eligiendo entre las (casi) infinitas posibilidades de personalización. Eso sí, recuerda que no estás en una web de comercio electrónico cualquiera y que hacer clic en «comprar» requiere un desembolso de 3,6 millones de euros… y más. Esa es la cantidad necesaria para poner en el garaje el nuevo Ferrari F80, que se agotó prácticamente en el mismo tiempo que se tarda en pasar de 0 a 100 km/h. Pero uno puede seguir imaginando cómo personalizaríamos nuestro ‘cochazo’. La importancia del color El primer gran obstáculo a superar tiene que ver con el color. Hay 34 disponibles en el configurador, empezando por el siempre presente rojo. Sí, ¿pero cuál? Es fácil decir ‘rojo’. ¿El Corsa? ¿O mejor el Scuderia, más claro? ¿O el Mugello, caracterizado por un tono más oscuro? ¿Quizás el Dino, o el clásico Imola? ¿O, por último, el Supercar? Con motivo de las Finali Mondiali 2024, el F80 se mostró con la librea Giallo Modena, un destello de brillo interrumpido por elementos oscuros. Sin duda, impresionante. ¿Con cuál te quedarías? Me quedé embelesado con el Green Jewel, un verde oscuro (pero no demasiado) e iridiscente. En un Ferrari, sin embargo, el rojo es imprescindible, así que ¿por qué renunciar a una franja longitudinal que va desde el splitter delantero a través de parte del capó y termina justo antes del alerón trasero? Hay varios diseños disponibles, además de la posibilidad de poner un número en los laterales y en el capó. Luego está la cuestión de las llantas. ¿Son mejores las plateadas de serie o las de fibra de carbono, negras como la noche? No me gustaría estar en el pellejo de un cliente del Ferrari F80, obligado a pasar noches en vela con la duda royéndole el alma. Optamos por la fibra de carbono, con librea plateada para dar el toque justo de luz, junto con pinzas de freno doradas. Afortunadamente, una vez dentro del habitáculo del Ferrari F80, las opciones de color del asiento del conductor se reducen a sólo cinco. En este caso, ¿qué tal el amarillo? Al estilo ‘Best Weight’ Goldrake. Un nombre que en un niño de los 80 como yo no puede dejar de impresionar. Después, cinturones de seguridad rojos de cuatro puntos, con detalles del mismo tono en el asiento, volante de Alcántara, pantalla para el pasajero o cargador inalámbrico para smartphones. Para un coche tan bajo como el Ferrari F80, vienen bien la elevación del frontal (pobre de ti si arañas aunque sea medio centímetro de la carrocería por culpa de un bache), cámaras delanteras y traseras infalibles, antirrobo, red portaobjetos para el pasajero y lámina protectora para el exterior. ¿Precio total? La regla es siempre la misma: si tienes que preguntar, es que no te lo puedes permitir. En el caso del configurador del Ferrari F80, la cifra no aparece. Guardas tu selección y te pones en contacto con Maranello para informarte. Pero, como se ha dicho, es inútil preguntar: la producción está agotada. También hay que subrayar un hecho fundamental: el configurador en línea es, para todos los simples ‘mortales’, una forma de relajarse y soñar. Luego está el departamento Tailor Made, donde las cosas se ponen difíciles… e interesantes, pues supone crear un Ferrari único en prácticamente todos los aspectos. Colores a medida, detalles especiales, etc. Porque sería vergonzoso que el Ferrari F80 de uno se pareciera al del vecino.