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La Audiencia Nacional ha dictado una sentencia que condena a Luis Rubiales a una multa de 10.800 euros por el beso que le impuso a Jenni Hermoso durante la entrega de medallas del Mundial de 2023 en Sidney, Australia. El magistrado ha considerado creíble el relato de la jugadora y sus compañeras, pero ha absuelto a Rubiales del delito de coacciones, argumentando que las acciones posteriores del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) no cumplieron con los requisitos legales de «violencia» e «intimidación» según el Código Penal.

El fallo también incluye una orden de alejamiento de 200 metros y prohibición de comunicarse con Hermoso durante un año, así como una multa adicional de 3.000 euros. El juez José Manuel Fernández-Prieto ha absuelto a los otros tres acusados, Jorge Vilda, Albert Luque y Rubén Rivera, al no encontrar pruebas de que hayan ejercido violencia o intimidación sobre la jugadora.

En su resolución, el juez describe cómo Rubiales agarró la cabeza de Hermoso con ambas manos y le dio un beso en los labios sin su consentimiento, lo cual considera un acto con connotación sexual. A pesar de esto, se ha decidido imponer una multa debido a la naturaleza aislada del incidente y la falta de necesidad de rehabilitación especial.

El juez destaca la declaración de testigos, incluidas las compañeras de Hermoso, que confirmaron su disgusto inmediato por el beso. Se enfatiza que el beso en la boca no es una forma común de saludo, especialmente entre personas sin una relación afectiva. Además, se cuestiona el motivo detrás del gesto de Rubiales hacia Hermoso, ya que él abrazó y besó en la mejilla al resto de jugadoras.

La sentencia desestima las pruebas presentadas por la defensa de Rubiales, incluido un video y un informe pericial, que supuestamente demostraban el consentimiento de Hermoso. El juez considera que el video es confuso y que Hermoso expresó claramente su desagrado con el beso. Respecto al informe pericial, se argumenta que no prueba el consentimiento, especialmente dado el cambio de términos de «piquito» a «besito» por parte de Rubiales.

La Fiscalía había solicitado una condena de dos años y medio de cárcel para Rubiales, pero la sentencia ha sido diferente. Actualmente, la Fiscalía está evaluando la sentencia y decidirá si presentar un recurso una vez finalice su análisis.