Lily Allen enfrenta amenazas de muerte tras devolver a su perra: polémica con Peta
La cantante y compositora Lily Allen se ha visto envuelta en una polémica después de devolver a su perra a la protectora de animales donde la adoptó. Todo comenzó el pasado 22 de agosto, cuando Allen compartió en su podcast, Kiss Me?, la difícil decisión que tomó después de que su mascota se comiera los pasaportes de ella y de sus hijos, impidiéndoles viajar a Inglaterra para visitar a su padre. Esta situación llevó a la artista a devolver a la perra, desatando una ola de críticas y amenazas de muerte en las redes sociales.
La reacción en línea fue inmediata y abrumadora. Allen se vio obligada a abordar las acusaciones y amenazas que recibió en sus perfiles de redes sociales. En un mensaje publicado en sus plataformas, la artista explicó que las críticas se basaban en citas falsas que habían sido diseñadas para enojar a la audiencia. A pesar de las duras críticas, Allen aseguró que la perra se encuentra sana y salva en el refugio.
En una carta abierta publicada en su cuenta de X, Allen detalló los problemas de comportamiento que enfrentaba la perra, incluyendo ansiedad por separación severa y problemas de conducta. La cantante afirmó que había intentado diversas soluciones, como trabajar con especialistas en comportamiento animal, pero finalmente llegó a la conclusión de que no podía satisfacer las necesidades de la mascota. La decisión de devolver a la perra fue extremadamente difícil para Allen, quien ha tenido perros rescatados a lo largo de su vida y nunca había sido acusada de maltrato animal.
La polémica se intensificó cuando la organización Peta (Personas por el Trato Ético de los Animales) criticó públicamente a Allen por su decisión de devolver a la perra. En respuesta, la cantante acusó a Peta de perpetuar mentiras y de utilizar la situación para fines sensacionalistas. La guerra de declaraciones entre ambas partes se ha extendido en las redes sociales, con seguidores tomando partido por uno u otro bando.
En medio de la controversia, Peta envió a la casa de Allen un perro de peluche acompañado de una carta en la que criticaba la decisión de la cantante. La organización señaló que los perros no deberían ser tratados como accesorios que se pueden desechar cuando se vuelven inconvenientes. Esta acción provocó una nueva ola de reacciones por parte de los seguidores de ambas partes, con algunos apoyando a Peta y otros respaldando a Allen.
La discusión pública entre Lily Allen y Peta ha generado un debate sobre la responsabilidad de los dueños de mascotas y la importancia de tratar a los animales con respeto y cuidado. Mientras algunos critican a la cantante por devolver a su perra, otros la defienden argumentando que tomó la decisión correcta en beneficio del bienestar del animal. La situación ha puesto de manifiesto la complejidad de las relaciones entre humanos y animales, y ha generado reflexiones sobre la responsabilidad que implica tener una mascota.
En medio de la controversia, Lily Allen ha reafirmado su compromiso con el bienestar de los animales y ha instado a sus seguidores a informarse correctamente antes de emitir juicios. La cantante ha expresado su frustración por las noticias distorsionadas y las críticas injustas que ha recibido, y ha señalado a Peta como responsable de avivar la polémica. A pesar de las críticas y las amenazas, Allen ha defendido su decisión de devolver a la perra como un acto de amor y responsabilidad hacia el animal.
En última instancia, la historia de Lily Allen y su perra ha puesto de manifiesto la complejidad de las relaciones entre humanos y animales, así como la importancia de tratar a los animales con respeto y cuidado. La polémica con Peta ha generado un debate sobre la responsabilidad de los dueños de mascotas y la necesidad de tomar decisiones difíciles en beneficio del bienestar de los animales. A pesar de las críticas y las amenazas, Allen ha mantenido su postura y ha defendido su decisión como un acto de amor y responsabilidad hacia su mascota.