El acuerdo de Sánchez con Junts y ERC allana el camino para una legislatura estable
En un movimiento estratégico, el Gobierno liderado por Pedro Sánchez ha logrado allanar el camino para una legislatura larga y con mayoría en el Congreso al alinear a dos fuerzas clave: ERC y Junts. Tras intensas negociaciones que se prolongaron durante semanas, el Ejecutivo finalmente logró poner fin a la última crisis con Carles Puigdemont y cumplir una de las grandes promesas a Oriol Junqueras: la condonación de la deuda de la Generalitat con el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA).
El desafío de mantener contentos a los partidos independentistas
Aunque la naturaleza efímera de las alianzas políticas con los partidos independentistas es un hecho conocido, el Gobierno ha logrado capear el enfado de Junts en los últimos meses y satisfacer las demandas cada vez más exigentes de Junqueras. Este equilibrio delicado ha permitido al Ejecutivo vislumbrar una estabilidad parlamentaria que parecía inalcanzable a finales del año pasado, e incluso soñar con la aprobación de unos presupuestos.
En privado, las fuentes socialistas admiten que el acuerdo alcanzado representa un impulso significativo para la legislatura, ya que fortalece la posición de Sánchez y sus planes de extender su mandato hasta las elecciones de 2027. Más allá de los compromisos concretos, lo que prevalece es la determinación de una mayoría parlamentaria renovada de apoyar al presidente del Gobierno y evitar su caída.
La compleja coreografía de la comunicación política
La comunicación de los acuerdos con ERC y Junts fue meticulosamente planificada, coordinada y consensuada por todas las partes involucradas, siguiendo un patrón similar al de los acuerdos de investidura entre el PSOE y los partidos independentistas catalanes. Aunque Junts presentaba el principal obstáculo, el Gobierno venía trabajando desde hace semanas en la consolidación de acuerdos clave con Esquerra, un aliado estratégico tanto en Madrid como en el Govern de Salvador Illa.
La compleja carpeta de Junts y la retirada de la PNL
Una de las cuestiones más espinosas fue la demanda de Junts, que amenazaba con pausar toda colaboración parlamentaria a menos que se cumplieran sus compromisos. A pesar de la originalidad política y las dudas jurídicas planteadas por la propuesta de una cuestión de confianza a Sánchez, el Gobierno logró desactivar esta amenaza y avanzar en la negociación.
Tras intensas negociaciones y la intervención de mediadores internacionales, los socialistas consiguieron encontrar el equilibrio necesario para evitar una crisis parlamentaria y acelerar la resolución de acuerdos pendientes. El Consejo de Ministros ratificará el ‘Protocolo 16’, una demanda de Junts que permitirá a los Altos Tribunales solicitar opiniones consultivas al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, como primer paso hacia la resolución de otras demandas.
Una estrategia política que recompensa a ERC
El pacto con Junts se complementó con un gesto político hacia ERC, anunciado por Oriol Junqueras: la condonación de 17.000 millones de euros de deuda a Catalunya. Esta propuesta, que será presentada al conjunto de ejecutivos autonómicos en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, representa un beneficio global para todas las comunidades autónomas y posiciona al PP en un dilema entre su oposición a Sánchez y las necesidades regionales.
Aunque el horizonte de los Presupuestos aún no está a la vista, el Gobierno ha superado un nuevo obstáculo político con optimismo de cara a la segunda mitad de la legislatura. La estrategia de Sánchez de proyectar estabilidad en medio de la incertidumbre sigue siendo clave para mantener el rumbo en un escenario político volátil y desafiante.