En una reciente reunión del Banco Central Europeo (BCE), se ha mencionado que hay una mayor probabilidad de una recesión en la eurozona y Estados Unidos en los próximos cuatro trimestres. Este aumento en la incertidumbre se debe a la amenaza de aranceles impuesta por la Administración de Donald Trump, que ha pasado del 20% al 50%, dejando a todos con la boca abierta. Agathe Demarais, investigador del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, expresó su preocupación sobre la imprevisibilidad de las acciones de Trump, afirmando que nadie sabe realmente qué puede pasar.
Las instituciones como el FMI, la OCDE y el Banco de España han estado advirtiendo sobre las posibles consecuencias no solo de los aranceles directos, sino también de los impactos financieros y de incertidumbre que podrían paralizar la economía real. El director general de Economía del Banco de España señaló que la agresividad en las negociaciones comerciales puede llevar a una volatilidad extrema en los mercados, lo que a su vez podría afectar las decisiones de inversión de las empresas y el gasto de las familias. Todo esto aumenta el riesgo de una parálisis económica en ambos lados del Atlántico.
Desde el Banco de España se ha destacado que el impacto de un aumento de los aranceles dependerá de varios factores, como las acciones de otros países, los acuerdos comerciales alcanzados y la capacidad de las empresas para adaptarse a la nueva situación. España, a pesar de tener una menor exposición directa a Estados Unidos en comparación con otros países de la UE, se verá afectada por el impacto indirecto de una guerra comercial debido a sus socios comerciales y sectores industriales. La incertidumbre generada por estas tensiones comerciales ha llevado a una apreciación del euro frente al dólar, lo que podría afectar negativamente al sector turístico español y a las exportaciones en general.
En resumen, la imprevisibilidad de las acciones comerciales de Estados Unidos ha generado una gran incertidumbre en los mercados y ha aumentado el riesgo de una recesión tanto en la eurozona como en Estados Unidos. Las negociaciones comerciales entre ambas partes son complicadas debido a la falta de claridad en los objetivos de Estados Unidos, lo que hace que sea difícil para la UE anticipar las demandas y actuar en consecuencia. En este contexto de tensiones comerciales, es fundamental para las empresas y los gobiernos estar preparados para hacer frente a los posibles escenarios que se puedan presentar.