aumento-del-gasto-militar-de-la-otan-al-5-para-2032

La OTAN está en plena ebullición preparándose para la cumbre que se llevará a cabo en La Haya a finales de junio, y donde Donald Trump será el protagonista principal. La tensión entre Trump y sus aliados desde que asumió la presidencia ha marcado el tono de las discusiones. Este jueves, los ministros de Exteriores de los 32 Estados miembros se reunirán en Turquía para empezar a definir los detalles de lo que será una de las cumbres más importantes de los últimos años.

EEUU no ha aflojado la presión en cuanto al aumento del gasto militar, manteniendo la cifra del 5% respecto al PIB propuesta por Trump. Según el primer ministro holandés, Dick Schoof, y fuentes aliadas, este sería el objetivo para 2032. Para España, significaría un aumento de tres puntos con respecto al 2% que se alcanzará este año, con un esfuerzo de 10.500 millones de euros anunciado por Pedro Sánchez. En términos absolutos, esto representaría un incremento de unos 45.000 millones de euros.

En cuanto a la forma en que se llevará a cabo este aumento, el secretario general Mark Rutte ha propuesto dividir el gasto en dos partes: un 3,5% del PIB destinado al gasto militar y un 1,5% en un concepto más amplio de seguridad. Los aliados buscan llegar a un acuerdo sobre las cifras y el calendario antes de la cumbre, evitando sorpresas de último momento. La reunión de los ministros de Defensa el 3 de junio en Bruselas también será crucial para perfilar estos detalles.

La elevación del umbral al 5% ha generado cierto alineamiento entre Rutte y Trump, quien logrará una victoria en la cumbre. Rutte había sugerido un aumento del gasto «considerablemente por encima del 3%», lo que impactará de manera diferente en los países según su tamaño y situación particular. Por otro lado, la relación de Trump con Ucrania ha preocupado a los aliados, especialmente después de la ruptura con Volodímir Zelenski y las dudas sobre el apoyo futuro a ese país. Las relaciones parecen haberse reconducido, pero las diferencias de percepción entre EEUU y los países europeos respecto a Rusia siguen generando tensiones.