El viaje del Arsenal hacia convertirse en las reinas de Europa ha sido todo menos sencillo. Una temporada llena de contratiempos, especialmente en la Liga de Campeones, sería suficiente para quebrar a la mayoría de los equipos, pero no al Arsenal.
He tenido la suerte de estar cerca del equipo toda la semana y toda la temporada. Cuando dijeron que creían que podían vencer al todopoderoso Barcelona, se podía notar que era genuino. Ningún equipo ha pasado desde la fase de clasificación de la Liga de Campeones hasta la final, y mucho menos ganar toda la competencia. Perdieron el primer partido contra Hacken durante la clasificación pero lograron avanzar. Perdieron 5-2 contra el Bayern en la fase de grupos pero lograron avanzar. Superaron déficits contra el Real Madrid y Lyon en las etapas eliminatorias pero lograron avanzar. Y ahora han pasado de ser los underdogs a los top dogs contra el mejor equipo del continente.
Es aún más notable considerando lo bajo que se sentía la plantilla en la previa y tras la salida de Jonas Eidevall. Entra en escena la entrenadora que pasará a la historia del Arsenal… «Renee Slegers, qué mujer,» dijo Chloe Kelly orgullosamente después del partido. La extremo inglesa le da crédito a Slegers por salvar su carrera y no es la única jugadora que ve a la entrenadora holandesa como la salvadora de la temporada del Arsenal. Cuando asumió de manera interina, la moral del equipo estaba más baja de lo que había estado en años. Habían perdido demasiados puntos ya en octubre para ser considerados contendientes realistas al título de la WSL y sus sueños europeos colgaban de un hilo. Slegers llegó e inculcó creencia, confianza y libertad personal en el equipo. Su política de puertas abiertas se veía como una forma no solo de mejorar las actuaciones, sino también de hablar sobre problemas fuera del hermoso juego. «Renee es el pegamento,» admite la defensora Emily Fox. No es una simple palabrería, las jugadoras están ansiosas por mostrar su aprecio. El Arsenal tenía algunos candidatos estelares para el máximo cargo, pero Slegers demostró que la cultura que creó fuera del campo y las mejoras en los resultados eran algo que muchos con más experiencia en el juego solo podían soñar.
Fuentes cercanas al Arsenal insisten en que están contentos con la situación de su entrenadora, pero su contrato expira al final de la próxima temporada. Uno pensaría que una gran extensión y un aumento de sueldo aún mayor están en el horizonte. Pero esas conversaciones son para otro día. Por ahora, dejemos que el Arsenal disfrute de un logro que ningún otro equipo inglés ha logrado. ¡Han ganado la Liga de Campeones!