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En la actualidad, tener una cuenta de Gmail es casi una necesidad. Con más de 1.800 millones de usuarios en 2024, Google se ha convertido en una potencia en el mundo de los buscadores y ofrece una amplia gama de servicios de forma gratuita, lo que hace que Gmail sea el servicio de correo electrónico más popular en la actualidad. Sin embargo, esta popularidad también lo convierte en un objetivo para los ciberdelincuentes.

Los hackers han estado utilizando Gmail como una forma de llevar a cabo estafas y robar información personal. Utilizan métodos ingeniosos para robar las cuentas de Gmail y acceder a información sensible, como redes sociales, plataformas en línea e incluso comunicaciones bancarias. Una de las tácticas más comunes es el robo de cookies de inicio de sesión, que les permite eludir los sistemas de autenticación en dos factores y acceder a las cuentas sin necesidad de conocer la contraseña.

El FBI ha emitido recomendaciones para proteger las cuentas de correo electrónico y prevenir este tipo de ataques. Entre ellas se encuentran borrar regularmente las cookies del navegador, evitar marcar la opción «Recordar este dispositivo» al iniciar sesión, acceder solo a sitios web seguros con conexión HTTPS y revisar periódicamente el historial de inicio de sesión en la configuración de la cuenta.

Google ha reconocido la importancia de abordar el problema del robo de cookies y está trabajando en soluciones para proteger a los usuarios. Las cookies de seguridad son un objetivo lucrativo para los ciberdelincuentes y el problema podría empeorar con el tiempo si no se toman medidas adecuadas.

Es fundamental que los usuarios de Gmail tomen precauciones adicionales para proteger sus cuentas y su información personal. Siguiendo las recomendaciones del FBI y estando atentos a posibles signos de actividad sospechosa, se puede reducir el riesgo de caer en manos de los hackers. La seguridad en línea es responsabilidad de todos, y es importante estar informado y tomar medidas proactivas para protegerse en un mundo digital cada vez más peligroso.