Científicos chinos han hecho un descubrimiento sorprendente al encontrar agua en muestras lunares traídas por el rover durante la misión Chang’e-5. Estas rocas lunares revelaron minerales hidratados por agua en su forma molecular, un hallazgo inesperado ya que el material proviene de la cara visible de la Luna. Los resultados de este descubrimiento se han publicado en Nature Astronomy.
La misión Chang’e-5 fue lanzada por China en noviembre de 2020, y en diciembre del mismo año, el rover ya había alunizado en la zona de Mons Runker, un complejo de 70 kilómetros compuesto por cúpulas volcánicas en el noreste de la cara visible de la Luna. El rover recolectó 1.7 kg de regolito y rocas, que fueron traídas de regreso a la Tierra para su análisis.
Después de años de estudio, se reveló que hasta el 41% del peso del suelo lunar corresponde a agua molecular. Esto plantea la posibilidad de que las futuras bases lunares puedan construirse en el fondo de túneles lunares en lugar de en la superficie expuesta. Este hallazgo desafía la idea previa de que el agua en la Luna solo podría encontrarse en estados sólidos y en áreas permanentemente oscuras en los polos del satélite.
Se ha confirmado la presencia de agua en diferentes formas en la Luna, incluidas sales hidratadas y cristales de impacto. Estos hallazgos respaldan la teoría de que el agua lunar tiene un origen volcánico, emergiendo de los volcanes del satélite hace millones de años. A pesar de las duras condiciones físicas, el agua ha logrado permanecer estable en el suelo lunar.
Es importante destacar que la misión Chang’e-5 no debe confundirse con la reciente misión Chang’e-6, que recolectó material lunar de la región polar del sur de la cara oculta de la Luna. Se espera que los hallazgos de esta última misión arrojen nueva luz sobre la composición química del agua lunar y allanen el camino para la explotación de este recurso en futuras misiones.
El descubrimiento de agua en la Luna plantea nuevas preguntas sobre la presencia y el estado del agua en nuestro satélite natural. A medida que continuamos explorando y estudiando la Luna, es probable que sigamos descubriendo más sobre este recurso crucial y su potencial para futuras misiones espaciales y la exploración del espacio profundo.