La Audiencia de Almería impuso penas de hasta seis años de prisión a 13 de los 19 detenidos por la Guardia Civil por favorecer la inmigración irregular mediante rutas rápidas en pateras desde el norte de África hasta la costa almeriense. La condena del cabecilla de la red criminal, conocido como Chillón, es la más contundente con seis años de cárcel. La organización fue desmantelada en febrero del pasado año en la operación Flixita de la Guardia Civil, uno de los golpes más importantes hasta la fecha en la provincia. Este grupo cobraba hasta 5.000 euros por trayecto a cada viajero y empleaban narcolanchas en las que viajaban entre 10 y 15 personas. Los detenidos sacaban un doble rédito del tráfico de seres humanos porque aprovechaban el camino de vuelta para transportar objetos sustraídos en España, principalmente teléfonos móviles, además de traficar con estupefacientes que escasean en Argelia como cocaína o anfetaminas.
En los registros en domicilios y fincas agrícolas del campo de Níjar fueron incautadas 17 embarcaciones, dos vehículos y 48.000 euros en metálico, y 16 de los arrestados ingresaron en prisión provisional por delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, contra la salud pública, contra el patrimonio y pertenencia a grupo criminal. Los condenados habían protagonizado varios naufragios, incluido uno que resultó en la muerte de dos inmigrantes en Cabo de Gata a finales de 2022.
Las investigaciones de la Unidad Contra Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (UCRIF) permitieron constatar y desarticular una red criminal que venía operando desde hacía tiempo en el sureste peninsular. Se encargaban de organizar los trayectos y preparar el traslado de las embarcaciones, así como de la captación de inmigrantes en Argelia a través de las redes sociales. Eran extremadamente violentos y llegaron a amenazar con machetes a los viajeros al llegar a tierra.
En aguas de Almería, el punto más caliente de la península en la crisis migratoria en los últimos años, se está librando una batalla desigual para frenar el narcotráfico y el tránsito ilegal de personas. Redes internacionales con estructuras consolidadas en los países de origen y destino y con presupuesto ilimitado para fletar planeadoras de última generación se enfrentan a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. A pesar de la supremacía náutica de los grupos que se lucran del transporte de inmigrantes, tráfico de drogas y logística, los agentes mantienen un estrecho control y seguimiento de todos sus movimientos y, a veces, logran desarticular estas organizaciones criminales.
Las mafias marroquíes han profesionalizado la actividad y disparado los riesgos al incorporar medios de última generación y pilotos expertos y temerarios que se embolsan hasta 50.000 euros por trayecto. La presencia de encapuchados en las narcolanchas es la evidencia más clara de la incorporación de españoles al catálogo de roles de la delincuencia marítima.
Entre 2012 y 2023 han sido 709 los detenidos e investigados en Almería por su implicación en el transporte marítimo de inmigrantes, acusados de delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. La provincia ha registrado más de 55.000 entradas irregulares de inmigrantes africanos desde 2013. La tendencia migratoria ha cambiado en el último año, con un aumento en la llegada de inmigrantes argelinos en comparación con los marroquíes.
Cuando se produce la muerte de pasajeros en el trayecto, los pateristas suelen enfrentarse a un delito de homicidio imprudente. Las embarcaciones utilizadas suelen carecer de elementos de seguridad, poniendo en peligro la integridad física de los tripulantes. Almería sigue siendo el punto de la península que recibe más inmigración irregular por vía marítima.