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La encuesta más reciente de Bank of America revela un panorama en el que los inversores se están preparando para una transición económica. A pesar de que el optimismo por un aterrizaje suave predomina, persisten preocupaciones sobre el crecimiento económico y los riesgos geopolíticos.

Cauteloso optimismo y expectativas de política monetaria

El panorama que se vislumbra a partir de la Encuesta de Gestores de Fondos es uno de cauteloso optimismo, con un 79% de los gestores encuestados apostando por un aterrizaje suave de la economía mundial como el escenario más probable en los próximos 12 meses. Este nivel de confianza marca un máximo histórico y refleja una creciente convicción de que los bancos centrales lograrán controlar la inflación sin desencadenar una recesión profunda. Se observa una rotación hacia sectores sensibles a los tipos de interés, en un momento en el que la confianza de los inversores en los bancos centrales se basa en su capacidad para controlar la inflación sin desestabilizar la economía.

Los inversores anticipan un cambio significativo en la política monetaria para el año 2024, con un récord del 93% esperando tasas de interés a corto plazo más bajas. La mayoría prevé más de cuatro recortes de tasas por parte de la Reserva Federal en los próximos 12 meses, y un 86% pronostica una curva de rendimiento más pronunciada. Estas expectativas sugieren que los mercados están descontando un giro hacia una política monetaria más acomodaticia por parte de los principales bancos centrales.

Principales preocupaciones y cambios en el posicionamiento de los inversores

A pesar del optimismo general reflejado en la encuesta, persisten preocupaciones sobre el panorama económico y financiero global. Se observa una disminución en las expectativas de crecimiento mundial, con un 65% de los encuestados anticipando una desaceleración económica en Europa, lo que podría tener implicaciones importantes para las estrategias de inversión global y la asignación de activos.

Además, hay un cambio notable en la percepción de los riesgos principales para los mercados, con los riesgos geopolíticos superando a los de inflación, lo que sugiere que los inversores están cada vez más atentos a las tensiones internacionales y su potencial impacto en los mercados financieros. Esto podría influir en las decisiones de cobertura y en la selección de activos considerados como refugios seguros, como el oro.

Uno de los aspectos más destacados es que un 40% de los gestores considera que una recesión en Estados Unidos representa el mayor riesgo para los mercados, aunque no es el escenario central. En cuanto al posicionamiento de los inversores, se observan cambios interesantes, como una rotación hacia sectores sensibles a los tipos de interés. Se destaca la mayor sobreponderación en utilities desde 2008, la reducción de la exposición a sectores cíclicos, con la asignación a materias primas en su nivel más bajo en 7 años, y la persistencia del «Long Magnificent 7» (acciones tecnológicas dominantes de EE.UU.) como el trade más concurrido.

Expectativas de crecimiento económico y riesgos geopolíticos

A pesar de las expectativas de un aterrizaje suave y de una política monetaria más acomodaticia, los inversores siguen preocupados por el crecimiento económico y los riesgos geopolíticos. La caída en las expectativas de crecimiento mundial, con un enfoque particular en una desaceleración económica en Europa, plantea desafíos para las estrategias de inversión global y la asignación de activos.

El cambio en la percepción de los riesgos principales para los mercados, con los riesgos geopolíticos en primer plano, refleja la creciente atención de los inversores a las tensiones internacionales y su posible impacto en los mercados financieros. Esta mayor sensibilidad a los riesgos geopolíticos podría influir en las decisiones de cobertura y en la selección de activos considerados como refugios seguros, como el oro.

En resumen, la encuesta de gestores de fondos revela un panorama de cauteloso optimismo entre los inversores, con expectativas de un aterrizaje suave de la economía mundial y cambios en el posicionamiento hacia sectores sensibles a los tipos de interés. A pesar de esto, persisten preocupaciones sobre el crecimiento económico y los riesgos geopolíticos, lo que podría influir en las estrategias de inversión y la asignación de activos en los próximos meses.