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La administración concursal designada por el Juez en el concurso de acreedores de Rima Gastronómica -la empresa de Dani García de envío de comida a domicilio- solicita para el chef español cinco años de inhabilitación para administrar empresas y el pago de 2,5 millones de euros para atender pagos debidos a diversos acreedores. La profesional nombrada por el Juzgado Mercantil número dos de Málaga como administradora concursal de la empresa de García ha presentado su informe de calificación, en el que requiere que el concurso de la compañía sea declarado culpable.

En su informe, la administradora concursal reclama la inhabilitación «para administrar los bienes ajenos durante un periodo de cinco años, así como para representar a cualquier persona durante el mismo periodo», contra Dani García y su socia en la empresa de delivery, Laura Gutiérrez. La inhabilitación de Dani García supondría que este tendría que dejar la administración de sus 20 restaurantes presentes en seis países, con una plantilla de más de 1.000 personas.

Una vez que la administradora concursal ha presentado su informe de calificación, se abre ahora un periodo para que los acreedores presenten nuevas alegaciones; a partir de ahí se da traslado a Dani García para que se oponga, y se señala entonces vista de juicio, posiblemente en el primer trimestre del próximo año.

García puso en marcha La Gran Familia Mediterránea a principios de 2020, a través de la sociedad Rima Gastronómica. Su constitución coincidió prácticamente con el estallido del Covid y el impulso del negocio de la entrega de comida a domicilio por los confinamientos decretados. En 2021 abrió once cocinas en siete ciudades españolas (las conocidas como dark kitchens). A mediados de ese mismo año, la empresa aprobó una ampliación de capital de siete millones de euros previendo la apertura de otras siete cocinas. Pero en 2023 el negocio se torció y la web de la empresa dejó de funcionar.

La administradora concursal explica en su informe que la empresa de Dani García, desde el segundo semestre de 2022, «se encontraba en situación de insolvencia concursal» y que en el primer trimestre de 2023 suscribió con sus principales acreedores, entre ellos el grupo Makro, acuerdos de aplazamiento de pago. El chef tenía conocimiento de la inviabilidad económica del negocio desde finales de 2022, cuando las ventas comenzaron a descender y luego se estancaron en 2022.

La empresa de envío de comida a domicilio de Dani García llevó a cabo entre 2020 y 2022 cuatro ampliaciones de capital, pero no logró generar recursos suficientes para cubrir los gastos. A pesar de la naturaleza de las startups y su necesidad de fuerte financiación en los primeros años, los administradores tienen la obligación de solicitar concurso en caso de insolvencia, según la administradora concursal.

El grupo Makro es uno de los mayores acreedores de la empresa de Dani García. La dilación en la declaración de concurso ha provocado problemas como el embargo de saldos en cuentas corrientes y el impago de suministros, lo que ha agravado la insolvencia. La administración concursal de Rima Gastronómica requiere la inhabilitación de Dani García para administrar bienes ajenos durante cinco años y el pago de 2,5 millones de euros para cubrir parte del déficit concursal.