Abdala Shaqura solía trabajar como camarero en un restaurante muy popular en Jan Yunis, al sur de Gaza. Tristemente, el restaurante fue destruido en un bombardeo israelí, al igual que el 80% de los comercios en la Franja. Ahora, sin trabajo, Abdala lucha por mantener a sus tres hijos con las escasas ayudas de comedores sociales y alimentos enlatados. Además, perdió a su esposa en un ataque israelí, lo que ha dejado a su familia en una situación desesperada. «A veces no tenemos más opción que comer hojas de árboles o hierbas porque ya no recordamos lo que es un huevo, carne, frutas o galletas», lamenta Abdala.
**Una crisis humanitaria en Gaza**
Con más de 650 muertos en la última semana, la mayoría mujeres y niños, el ejército israelí está llevando a cabo una campaña para acabar con Hamás en Gaza, lo que ha provocado una crisis humanitaria en la región. Con el 80% de la población dependiendo de la ayuda humanitaria, la situación es crítica. Según la ONU, más de dos millones de personas en Gaza están en riesgo de hambruna, con más de un millón en situación de emergencia y casi medio millón al borde de la muerte por inanición. Los niños son los más afectados, con miles en riesgo de desnutrición aguda.
**La lucha diaria por la supervivencia**
La situación se agrava con el cierre de cocinas comunitarias debido a la falta de suministros, lo que ha provocado una reducción del 75% en las raciones diarias distribuidas. Familias como la de Abdala dependen totalmente de la ayuda humanitaria, enfrentando decisiones difíciles como priorizar entre un bombardeo o el hambre para sus hijos. La entrada mínima de ayuda anunciada por Israel ha sido criticada por Naciones Unidas, que la considera una cortina de humo para encubrir sus verdaderas intenciones. Mientras tanto, la población palestina en Gaza sigue luchando por sobrevivir, abandonada por el mundo y enfrentando un futuro incierto en medio de la violencia y la escasez.