news-27092024-080430

La atmósfera perdida de Marte: la clave del pasado y futuro del planeta rojo

Marte, conocido como el planeta rojo, ha sido objeto de fascinación y estudio durante muchos años. A medida que los científicos profundizan en la historia de este mundo vecino, se revelan nuevos misterios y descubrimientos sorprendentes que arrojan luz sobre su pasado y su potencial futuro.

Hace miles de millones de años, Marte era muy diferente de lo que es hoy en día. Se cree que en algún momento tuvo ríos y lagos, lo que sugiere la presencia de una atmósfera más densa que permitía la existencia de agua líquida en su superficie. Esta atmósfera espesa habría protegido al planeta del frío extremo y evitado que el agua se congelara.

Sin embargo, con el tiempo, Marte experimentó cambios significativos que transformaron su clima y su paisaje. Hace aproximadamente 3.500 millones de años, el agua desapareció de la superficie y la atmósfera se hizo mucho más tenue, dejando solo una delgada capa que todavía envuelve al planeta rojo en la actualidad.

La pregunta sobre el destino de esta atmósfera perdida ha desconcertado a los científicos durante años. Sin embargo, dos geólogos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han propuesto una teoría intrigante que podría explicar este enigma. En un artículo reciente publicado en Science Advances, los investigadores sugieren que gran parte de la atmósfera perdida de Marte podría estar atrapada en la corteza de arcilla que cubre el planeta.

El equipo de investigadores plantea la hipótesis de que, cuando Marte aún tenía agua en su superficie, esta se filtraba a través de ciertos tipos de rocas, desencadenando una serie de reacciones químicas que extraían dióxido de carbono de la atmósfera y lo convertían en metano. Esta forma de carbono podría haberse almacenado en la superficie arcillosa del planeta durante miles de millones de años, lo que explicaría la desaparición de gran parte de la atmósfera marciana.

La cantidad de arcilla que cubre la superficie de Marte es significativa, lo que sugiere que podría contener una cantidad considerable de dióxido de carbono. De hecho, se estima que esta arcilla podría almacenar hasta el 80% de la atmósfera primitiva del planeta, lo que representa una cantidad considerable de carbono que podría tener implicaciones importantes para futuras exploraciones espaciales.

Los investigadores también plantean la posibilidad de que este carbono marciano secuestrado podría ser utilizado como fuente de energía en futuras misiones entre Marte y la Tierra. Esta idea abre nuevas posibilidades para la exploración espacial y el aprovechamiento de los recursos disponibles en otros planetas.

Para llegar a estas conclusiones, los geólogos del MIT se basaron en investigaciones realizadas en la Tierra, que demostraron que procesos similares podrían haber ocurrido en Marte. Al estudiar la interacción de ciertos minerales arcillosos con el dióxido de carbono atmosférico, los científicos pudieron inferir cómo se habrían producido estos procesos en el planeta rojo.

Uno de los minerales clave en esta investigación es la esmectita, un tipo de arcilla conocida por su capacidad para atrapar carbono. En la Tierra, se ha demostrado que la esmectita puede almacenar carbono durante períodos prolongados, lo que sugiere que un mecanismo similar podría haber operado en Marte en el pasado.

El hallazgo de que gran parte de la superficie de Marte está cubierta por arcillas esmectitas fue fundamental para la investigación. Esta similitud con la Tierra permitió a los científicos conectar los puntos y formular una teoría coherente sobre el destino de la atmósfera perdida del planeta rojo.

Además, los científicos analizaron la composición de la corteza marciana y encontraron similitudes con las rocas ígneas ultramáficas de la Tierra, que son conocidas por producir esmectitas a través de la erosión. Este hallazgo respalda la idea de que los procesos geológicos que operan en la Tierra también podrían haber tenido lugar en Marte, contribuyendo a la formación de arcillas ricas en carbono.

En resumen, la investigación llevada a cabo por los geólogos del MIT sugiere que la atmósfera perdida de Marte podría haber quedado atrapada en la corteza del planeta en forma de carbono almacenado en arcillas. Este descubrimiento no solo arroja luz sobre el pasado de Marte, sino que también plantea nuevas posibilidades para el futuro de la exploración espacial y la utilización de recursos en otros planetas.