Raúl Cángaro nació en Rauch el 23 de diciembre de 1933, pero vivió la mayor parte de su vida en Tandil. Este hombre ha dejado una marca indeleble en la ciudad con sus increíbles hazañas, que hasta el día de hoy son recordadas con cariño por los habitantes locales. El próximo 30 de noviembre, Tandil rendirá homenaje a este personaje excepcional.
Raúl Cángaro, también conocido como «Ivy», fue un visionario del marketing y un hombre de acción. Fundador de la agencia «Autofran», este piloto de autos Citroën llevó a cabo presentaciones impactantes para promocionar los vehículos que vendía. Desde hacer flotar un auto sobre el agua hasta subirlo y bajarlo por un tobogán gigante, Cángaro siempre buscaba sorprender y cautivar a su audiencia.
Hijo de un empleado ferroviario y una inmigrante italiana, Cángaro demostró desde joven su pasión por los autos. Comenzó trabajando como chofer a los 16 años y pronto se destacó por su ingenio y habilidades mecánicas. Además de vender autos, Raúl montó su propia flota de camiones y luego se aventuró en el mundo de la concesionaria, creando un fenómeno comercial en Tandil.
Con un enfoque inclusivo, Cángaro ideó sistemas de pago accesibles para sectores populares, permitiendo que maestras, empleados de comercio y obreros metalúrgicos pudieran adquirir su primer auto cero kilómetro. Su agencia «Autofran» se convirtió en un punto de referencia en la ciudad, vendiendo miles de autos y atrayendo la atención incluso de la casa central de Citroën en Francia.
Además de su éxito comercial, Raúl Cángaro era un apasionado del automovilismo. Como piloto, participó en competencias y se ganó el apodo de «Caballero del camino» por su acto de solidaridad durante una carrera en la que detuvo su marcha para socorrer a un conductor herido. Este gesto altruista le valió el reconocimiento de la revista El Gráfico y lo convirtió en una leyenda en el mundo del automovilismo.
A pesar de los desafíos económicos y políticos que enfrentó, Raúl Cángaro siguió adelante y dejó un legado de valentía, creatividad y generosidad. Su familia y seguidores han propuesto que una calle en Tandil lleve su nombre en honor a su memoria. A través de sus acciones y su espíritu emprendedor, Raúl Cángaro inspiró a muchos y dejó una huella imborrable en la historia de la ciudad. Su legado perdura en las historias de aquellos que lo conocieron y en las hazañas que realizó a lo largo de su vida.