La nave espacial de la NASA para apoyar el telescopio Nancy Grace Roman está lista para su misión en el espacio. Después de años de construcción, instalación y pruebas, el equipo de ingenieros ha completado el ensamblaje de la nave espacial, lo que marca un hito significativo en la preparación del observatorio para su lanzamiento. Ahora, el enfoque se centra en integrar los componentes clave del observatorio, incluidos los instrumentos científicos y el telescopio en sí.
El «autobús espacial», como lo llama Jackie Townsend, subdirectora del proyecto Roman en el Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA, desempeña un papel crucial en el traslado del telescopio a su órbita designada en el espacio. Sin esta nave espacial, sería imposible para Roman llevar a cabo su misión científica, que incluye estudiar la energía oscura, la materia oscura y los exoplanetas más allá de nuestro sistema solar.
Para lograr estos objetivos, la nave espacial proporciona la infraestructura necesaria para transportar el telescopio, orientar el observatorio hacia diferentes objetivos cósmicos, suministrar energía, comunicarse con la Tierra, controlar y almacenar datos de los instrumentos y regular la temperatura de Roman. Con casi 80 kilómetros de cableado eléctrico dispuestos a lo largo de la nave, se garantiza una comunicación eficiente entre todas las partes del observatorio.
Además, la nave espacial desplegará varios elementos clave durante su misión, como los paneles solares, la cubierta de apertura desplegable, el parasol inferior del instrumento y la antena de alta ganancia. Estos componentes son esenciales para el funcionamiento exitoso de Roman en el espacio y la recopilación y transmisión de datos a la Tierra.
Uno de los aspectos más impresionantes de la misión de Roman es la cantidad masiva de datos que enviará diariamente. Con 1,4 terabytes de datos por día, supera con creces la capacidad de transmisión de otros telescopios espaciales como James Webb y Hubble. Este volumen de datos permitirá a los científicos estudiar el cosmos en una escala sin precedentes y avanzar en nuestra comprensión del universo.
El camino hacia la finalización de la nave espacial de Roman ha sido largo y desafiante. Durante ocho años, cientos de personas en el Centro Goddard de la NASA han trabajado incansablemente en el diseño, construcción y pruebas de la nave espacial. Este logro no habría sido posible sin el arduo trabajo y la dedicación de todos los involucrados en el proyecto.
Una de las estrategias clave que permitieron ahorrar tiempo y dinero durante la construcción de la nave espacial fue la creación de una maqueta de la nave espacial para realizar pruebas de resistencia. Esta técnica permitió al equipo avanzar en la construcción de la nave espacial real mientras se completaban las pruebas en la maqueta, optimizando así el proceso de desarrollo.
Además, el diseño modular de la nave espacial ha facilitado la adaptación a los cambios de horarios y la resolución de problemas potenciales. Esta flexibilidad ha sido fundamental para garantizar que el proyecto se mantenga dentro del presupuesto y el cronograma previstos, a pesar de los desafíos surgidos durante la pandemia y problemas de la cadena de suministro.
Con aproximadamente cuatro metros de ancho por dos metros de alto y un peso de 3.800 kilogramos, la nave espacial de Roman es una estructura ligeramente asimétrica y hexagonal que representa la culminación de años de arduo trabajo y dedicación. Ahora, con la nave espacial lista para su misión en el espacio, el equipo se prepara para el emocionante lanzamiento del telescopio Nancy Grace Roman y el comienzo de una nueva era de descubrimientos en la exploración espacial.