El Parlamento alemán, en una movida un poco loca esta tarde, ha decidido nombrar al democristiano Friedrich Merz como canciller en una segunda votación exprés después del fracaso de la mañana. Parece que esta vez todos estaban de acuerdo y Merz finalmente consiguió la mayoría absoluta que necesitaba para ser elegido. No sé ustedes, pero yo ya me perdí un poco con tanto vaivén político.
El resultado final fue de 325 votos a favor de Merz, nueve más de los 316 que necesitaba para ganar, aunque tres menos de los que suman los conservadores y el SPD juntos. En la primera votación solo había conseguido 310 votos, así que parece que esta vez convenció a unos cuantos más.
Para poder hacer la segunda votación hoy mismo, tuvieron que acortar los plazos normales, que habrían retrasado todo hasta el viernes. Esto se logró con una votación previa que necesitaba el acuerdo de dos tercios de la cámara, lo cual requirió el apoyo de Los Verdes y Die Linke. Al parecer, todos estaban de acuerdo en que necesitaban un gobierno estable, aunque no confían mucho en Merz y sus amigos. «Una derrota dramática para usted y su coalición», dijo el parlamentario izquierdista Christian Görke. La CDU llevaba años sin querer colaborar con Die Linke, así que esto fue toda una novedad.
La rapidez con la que se hizo la segunda votación nos hace pensar que lo de la mañana fue más un show de algunos diputados molestos que algo serio. Parece que los líderes lograron calmar las aguas en las horas siguientes y todo volvió a la normalidad. ¡Menos mal!
En la historia reciente del país, ningún candidato a canciller había fracasado en su primer intento de ser elegido jefe de Gobierno. La verdad es que fue una sorpresa para todos, considerando que los conservadores y el SPD tenían una buena ventaja. No sé ustedes, pero a mí esto me parece un poco raro.
