Hay una cifra que hemos escuchado y repetido demasiadas veces esta semana: 14.000. Son los niños que podrían haber muerto en Gaza en 48 horas si no recibían alimentos. Así lo dijo el jefe de Asuntos Humanitarios de la ONU, Tom Fletcher, en una entrevista de radio con la BBC el pasado martes.
En las 24 horas siguientes, todos los medios de comunicación españoles nos habíamos hecho eco de esa cifra espeluznante, que apareció en titulares de prensa, programas de radio y tertulias de televisión. En la televisión generalista de España, periodistas y comentaristas repetían las palabras de Fletcher sin ir más allá del dato grandilocuente –Gaza estuvo presente la noche del martes en los programas del prime time, incluso en El Hormiguero, gracias a esa cifra–.
La propia periodista de la BBC que entrevistó a Fletcher le preguntó por la cifra que calificó de “extraordinaria”, aunque no era del todo precisa y casi ningún medio que la replicó sabía de dónde salía. Esos 14.000 niños se encuentran en el último informe sobre Gaza del IPC (un índice que emplean la ONU y otras organizaciones internacionales para medir el hambre), que abarca el periodo entre abril y septiembre de 2025.
El informe refleja un escenario sombrío en la Franja, donde toda la población sufre altos niveles de inseguridad alimentaria, esto es, pasa hambre. Uno de cada cinco gazatíes (cerca de medio millón) se enfrenta a la hambruna. Y de todos ellos, los niños y niñas de entre 6 meses y 5 años son los que más van a sentir las consecuencias de la falta de alimentos a causa del bloqueo israelí y de su ofensiva militar. Si los ataques por aire, tierra y mar continúan a gran escala, y la ayuda humanitaria no empieza a llegar en cantidades significativas, 71.000 niños van a sufrir desnutrición aguda moderada y, entre ellos, más de 14.000 casos serán de desnutrición aguda severa.
La Agencia de la ONU para la Infancia (UNICEF) también ha alertado de que los pequeños ya están falleciendo y muchos más lo harán si no reciben los alimentos que necesitan. Desde enero de 2025 hasta principios de mayo, más de 9.000 niños fueron atendidos a causa de la desnutrición aguda, según datos de UNICEF. El jueves de esta semana, después de más de 80 días de bloqueo absoluto, la agencia logró introducir en Gaza 508 palés de “suministros alimenticios vitales”, que incluyen alimentos terapéuticos listos para usar y suplementos nutricionales a base de lípidos.
**Impacto en Gaza tras 19 meses de conflicto y bloqueo**
Los 14.000 niños que están desnutridos no lo están de repente, sino después de que se les haya privado de alimento en cantidad y con la calidad que requieren desde principios de octubre de 2023. Lo mismo ocurre con las 17.000 mujeres embarazadas o lactantes que van a necesitar tratamiento para la desnutrición en los próximos meses, según el IPC.
En estos momentos, la urgencia es mayor que nunca después de más de 19 meses de conflicto y 11 semanas en las que no ha entrado en el enclave palestino ni comida, ni medicamentos u otros tratamientos para la desnutrición. “Hay una necesidad urgente de introducir en Gaza cantidades masivas de comida y otros suministros vitales rápidamente”, afirma Laerke a este periódico.
Después de haber introducido productos nutricionales, algunos ingredientes como la harina y suministros médicos, la OCHA espera poder llevar a la Franja suministros básicos como alimentos frescos, artículos de higiene, agentes purificadores de agua y combustible para abastecer a los hospitales. No hay que olvidar que, aparte de la escasez de alimentos y de suplementos específicos para la desnutrición, el sistema sanitario gazatí no puede atender ni tratar adecuadamente a los niños, ancianos y otras personas que acuden con efectos patentes del hambre.