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El sector ganadero gallego se encuentra en un momento difícil. Los trabajadores del campo han estado expresando su preocupación por los bajos márgenes de beneficio y la necesidad de explorar nuevos mercados extranjeros para mantenerse a flote. Aunque Galicia ha sido conocida por vender sus productos principalmente dentro de España, los ganaderos están considerando la posibilidad de expandirse a otros países dispuestos a pagar más por sus productos.

Recientemente, el mercado de la carne de vaca rubia gallega ha comenzado a exportar a Marruecos a un precio más alto. Esta es la primera vez que las criadoras de esta especie en Galicia exportan sus ejemplares a un país vecino. Esta decisión ha generado opiniones divididas dentro del sector, algunos la ven como una oportunidad para aumentar los márgenes de beneficio, mientras que otros son escépticos debido a la escasez de terneros en el mercado nacional a causa de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE).

A pesar de las incertidumbres, los ganaderos confían en que la apertura a nuevos mercados extranjeros les brindará una oportunidad para mejorar la situación económica del sector. Esta estrategia no es nueva, ya que los terneros criados en Castilla y León han sido exportados a países de África y Oriente Medio a través del puerto de Cartagena.

Si el mercado español se queda desabastecido, las empresas ganaderas tendrán que ajustar sus estrategias, ya sea aumentando la oferta o explorando otros mercados extranjeros. A pesar de los desafíos actuales, los ganaderos gallegos ven la exportación como una oportunidad para diversificar sus ingresos y garantizar la sostenibilidad a largo plazo del sector. Esta decisión podría marcar un cambio significativo en la forma en que se comercializan los productos ganaderos en Galicia y abrir nuevas oportunidades de crecimiento para los productores locales.