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Un proyecto portuario en Panamá está generando un intenso debate entre la protección de los manglares y el desarrollo económico. La construcción de un puerto en el Pacífico panameño, financiado por inversores extranjeros, ha generado la oposición de grupos ambientalistas que argumentan que se está ubicando en una zona protegida de manglares. Por otro lado, los habitantes locales defienden activamente el proyecto debido a su impacto positivo en la economía de la región.

Apoyo de la comunidad local y preocupaciones ambientales

Los habitantes de una zona costera en el distrito de David, donde se llevará a cabo el Proyecto Puerto Barú, expresan su apoyo a la iniciativa debido a los beneficios directos que les traerá. Sin embargo, temen que la presión de los ambientalistas y su demanda de suspensión del proyecto pueda hacer que se cancele o se traslade a otro lugar. Para demostrar su apoyo, un grupo de personas se unió a una reciente gira de periodistas y ambientalistas por la zona de manglares, mostrando pancartas y consignas a favor de la construcción del puerto.

Erick Sánchez, un pescador local, señaló que proyectos similares se han desarrollado en otros países sin causar la devastación que algunos ambientalistas sugieren. Los lugareños están preocupados por la posibilidad de que el proyecto sea detenido, y hacen un llamado a los ambientalistas para que trabajen en conjunto con la comunidad local para minimizar cualquier impacto negativo en el ecosistema de los manglares.

Importancia del Puerto Barú como centro logístico en Centroamérica

El Estudio de Impacto Ambiental aprobado por el Ministerio de Ambiente describe el Puerto Barú como un puerto alimentador y turístico de usos múltiples en la región Pacífico-Occidental de Panamá. Se posiciona estratégicamente entre Puerto Caldera en Costa Rica y Puerto Balboa en el canal de Panamá, lo que lo convierte en un punto logístico central clave para el movimiento de carga en la región. Se espera que el proyecto genere empleo tanto durante su fase de construcción como en la fase operativa.

La demanda de nulidad y las preocupaciones ambientales

Los ambientalistas han presentado una demanda ante el Supremo panameño contra el proyecto Puerto Barú, argumentando que la aprobación del Estudio de Impacto Ambiental se basó en una consulta pública simulada. El proyecto incluye la construcción de un canal de navegación que atravesará un área protegida de manglares, lo que podría tener impactos significativos en la fauna y la cadena alimentaria acuática.

Joana Ábrego, del Centro de Incidencia Ambiental de Panamá, destacó la importancia de respetar la legislación ambiental para garantizar la preservación de los recursos naturales del país. Los ambientalistas buscan asegurar que se cumplan estrictamente las regulaciones ambientales en el desarrollo del proyecto.

El Puerto Barú como proyecto sostenible y generador de empleo

La empresa detrás del proyecto Puerto Barú ha destacado que se trata del primer «puerto verde» en Panamá, con una inversión extranjera de más de 250 millones de dólares. Se enfatiza que el proyecto se desarrollará en fincas privadas que no se encuentran dentro de áreas protegidas de manglares, y se espera que genere empleo tanto durante su construcción como en su operación.

El gerente general del proyecto, Ismael González, ha señalado que se espera la creación de miles de empleos directos e indirectos con la construcción y operación del puerto. Además, se destaca que el Puerto Barú se convertirá en un punto logístico clave para el movimiento de carga en la región, lo que beneficiará no solo a la provincia de Chiriquí, sino a todo el país.

Conclusión

El proyecto portuario en Panamá representa un dilema entre la protección de los manglares y el desarrollo económico. Mientras los habitantes locales ven con buenos ojos los beneficios que traerá el Puerto Barú a su comunidad, los ambientalistas expresan preocupaciones sobre los posibles impactos negativos en el ecosistema de los manglares. Es fundamental que todas las partes involucradas trabajen juntas para encontrar un equilibrio entre el desarrollo sostenible y la conservación del medio ambiente en esta importante región de Panamá.