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¿Qué sucede con los cuerpos en el espacio? La verdad detrás de la ciencia ficción

Son incontables las muertes en el espacio que hemos presenciado en películas de ciencia ficción e incluso videojuegos. Los cadáveres que varan por el oscuro universo son incontables dentro de la simulación, pero lo cierto es que los creativos de Hollywood, realmente, han estado ocultando la cruda realidad de esa tormentosa muerte que, por suerte, no suele verse en nuestro mundo. El número de personas fallecidas en el espacio asciende a 20 y la causa siempre ha estado relacionada con explosiones, incendios y problemas técnicos. Nadie ha perdido la vida, de momento, perdido en la inmensidad del cosmos. Sin embargo, la ciencia sí sabe lo que ocurriría si eso ocurriese y cómo acabaría el cadáver de la persona extinta.

La ciencia ficción lleva años mintiéndonos: morir en el espacio es un proceso mucho más crudo y aterrador

¿Qué ocurriría realmente si alguien muriera en el espacio profundo? Aunque la ciencia ficción haya optado por mostrar esa causa de muerte como algo, en ocasiones, hasta poético, la realidad es muy diferente. Lo primero que pasaría si una persona quedara varada en el cosmos sin traje de protección y sin ningún tipo de atadura a una nave es la sequedad inmediata de los líquidos corporales con contacto directo con el espacio. Es decir, que los ojos, la piel e incluso los pulmones se secarían en el acto, y de hecho hasta las propias venas podrían estallar internamente a causa de la presión. El cuerpo pasaría entonces a ser una especie de momia errante con el organismo quedando congelado debido a la temperatura. A partir de ahí, el cadáver podría perderse en el espacio sin remedio o quedar atrapado en la órbita del planeta hasta entrar en la atmósfera.

Los efectos devastadores de la exposición al espacio profundo

La idea de morir en el espacio profundo es aterradora, y con razón. La exposición directa al vacío del espacio tiene consecuencias devastadoras para el cuerpo humano. En primer lugar, la falta de presión atmosférica causaría que los líquidos en nuestro cuerpo, como la sangre y la saliva, se vaporicen instantáneamente. Esto provocaría una sequedad extrema en los ojos, la piel y los pulmones, lo que llevaría a una rápida deshidratación y daño interno.

Además, la radiación espacial en el espacio profundo es mucho más intensa que la que recibimos en la Tierra, lo que podría causar daños genéticos y aumentar el riesgo de cáncer. La falta de protección contra esta radiación sería letal para cualquier ser humano expuesto a ella, lo que hace que la idea de morir en el espacio sea aún más aterradora.

La verdad detrás de la descomposición en el espacio

Una vez que un cuerpo humano fallece en el espacio, comienza un proceso de descomposición muy diferente al que experimentamos en la Tierra. Sin gravedad para acelerar el proceso de descomposición, el cuerpo se conservaría en un estado de congelación, congelando los tejidos y preservando la estructura física durante un tiempo indefinido.

Sin embargo, a medida que el cuerpo se expone a la radiación y a las temperaturas extremas del espacio, comienza a descomponerse de manera acelerada. Los tejidos se descomponen, los huesos se desintegran y la piel se deteriora rápidamente. El cuerpo, en lugar de convertirse en polvo como en la Tierra, se convierte en una especie de momia espacial, conservando su forma pero descompuesto internamente.

La caída a la Tierra y sus consecuencias

Si un cuerpo humano fallecido en el espacio logra caer hacia la Tierra, se enfrentaría a un destino aún más terrorífico. A medida que el cuerpo entra en la atmósfera terrestre, se encontraría con altísimas temperaturas que podrían llegar hasta los 200 grados Celsius. Esto provocaría que el cuerpo se carbonizara instantáneamente, convirtiéndose en cenizas antes de tocar tierra.

Por otro lado, si el cuerpo quedara atrapado en órbita alrededor de la Tierra, la radiación espacial aceleraría aún más el proceso de descomposición. La exposición constante a la radiación haría que los tejidos se desintegren rápidamente, convirtiendo al cuerpo en una masa amorfa y deteriorada en poco tiempo.

La verdadera cara de la muerte en el espacio

La muerte en el espacio no es un tema que se tome a la ligera. Aunque la ciencia ficción ha presentado este escenario de diferentes maneras, la realidad es mucho más cruda y aterradora. La exposición al vacío, la falta de protección contra la radiación y las temperaturas extremas hacen que la muerte en el espacio sea una de las formas más perturbadoras de fallecer.

La posibilidad de quedar atrapado en el cosmos, sin posibilidad de ser rescatado y condenado a una eternidad de descomposición y deterioro, es una perspectiva aterradora. Aunque hasta ahora no se han registrado muertes en el espacio, la posibilidad de que ocurra en el futuro es real, y la ciencia está preparada para enfrentar los desafíos que esta situación plantea.

En conclusión, la muerte en el espacio es un proceso mucho más crudo y aterrador de lo que la ciencia ficción nos ha hecho creer. La exposición al vacío, la radiación espacial y las temperaturas extremas son solo algunos de los peligros que enfrentaría un ser humano en el espacio profundo. Es importante tener en cuenta estos riesgos al explorar el universo y recordar que, a pesar de los avances tecnológicos, el espacio sigue siendo un lugar inhóspito y peligroso para la vida humana.