Los aficionados de LSU se dividen por la decisión de llevar un tigre vivo al estadio. Después de nueve años, el equipo planea traer de vuelta a un tigre al Tiger Stadium, siguiendo la petición del gobernador Jeff Landry, quien considera que es una tradición que debe continuar.
Sin embargo, esta decisión ha generado controversia entre los seguidores del equipo. Algunos expresaron en redes sociales su desaprobación, argumentando que es un acto de abuso animal y un gasto innecesario de dinero público. «Es cruel y un desperdicio de recursos», comentó un aficionado, mientras que otro agregó: «Es vergonzoso que se utilice a un animal de esta manera para complacer a una persona que ni siquiera es parte de LSU».
Por otro lado, algunos fans están a favor de que el tigre forme parte de la experiencia del fútbol colegial. Consideran que es fantástico y que añade emoción al juego. Incluso sugieren colocar al tigre en la zona de anotación para intimidar a los oponentes.
La organización PETA también se ha pronunciado al respecto, calificando la decisión como vergonzosa. El director asociado de investigación de vida silvestre en cautiverio, Klayton Rutherford, expresó su preocupación por el bienestar del tigre en un entorno tan estresante como un estadio lleno de personas y ruido.
Esta polémica refleja la importancia de debatir sobre el trato ético a los animales en eventos deportivos y la responsabilidad de garantizar su bienestar en todo momento. Es fundamental encontrar un equilibrio entre la tradición y el respeto por la vida animal para asegurar que ninguna criatura sufra en nombre del entretenimiento humano.