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La genética desempeña un papel crucial en la posibilidad de resucitar especies extintas, un proceso conocido como desextinción. Este enfoque no solo despierta curiosidad, sino que también tiene un propósito más profundo, como la búsqueda de nuevos antibióticos y la preservación de la diversidad biológica en nuestro planeta. A pesar de que solo representamos el 10% de las especies que han habitado la Tierra, el interés en el 90% restante es evidente, lo que ha llevado a la exploración de técnicas para traer de vuelta a especies extintas.

### El Proceso de Desextinción

La desextinción comienza con la obtención de muestras de ADN de las especies extintas. En algunos casos, se logra recuperar el genoma completo de la especie extinta, mientras que en otros, se pueden insertar genes de la especie extinta en el genoma de un animal vivo que comparta similitudes genéticas. Luego, a través de un proceso conocido como transferencia nuclear, los investigadores implantan esta secuencia de ADN en un óvulo tomado de una especie viva estrechamente relacionada, del cual se ha eliminado el ADN original. El resultado es un animal genéticamente similar al extinto, con la posibilidad de revivir linajes que se creían perdidos para siempre.

### Ejemplos de Especies a ser Resucitadas

Uno de los casos más conocidos de desextinción se produjo en 2003, cuando investigadores españoles llevaron a cabo una transferencia nuclear para resucitar a una subespecie de cabra montés de los Pirineos conocida como bucardo (Capra pyrenaica pyrenaica), la cual se extinguió en el año 2000. Aunque nació un ejemplar de bucardo, lamentablemente falleció poco después debido a un defecto pulmonar. Sin embargo, este intento demostró el potencial de la desextinción y abrió la puerta a futuros proyectos.

Otra especie que se encuentra en la mira de la desextinción son los mamuts lanudos (Mammuthus primigenius), que habitaron la Tierra hace entre 300.000 y 10.000 años durante la última edad de hielo. Gracias a la preservación de los cadáveres en el permafrost del Ártico, los científicos han logrado obtener su genoma, lo que les permite extraer ADN y realizar transferencias nucleares con óvulos de elefantes modernos para crear una especie similar al mamut lanudo. Se estima que la empresa estadounidense Colossal Biosciences producirá las primeras crías de «mamut» en 2028, marcando un hito en la desextinción de especies prehistóricas.

### Retos y Obstáculos en la Desextinción

A pesar de los avances en la tecnología genética, la desextinción plantea varios desafíos y obstáculos que deben superarse para lograr el retorno de especies extintas. Por ejemplo, en el caso del dodo (Raphus cucullatus), un ave grande y no voladora endémica de la isla de Mauricio que se extinguió en el siglo XVII, la necesidad de diseñar la diversidad genética en la secuencia de ADN del dodo es fundamental para evitar una población de clones. Aunque se ha logrado ensamblar el primer genoma del dodo en 2022, aún existen barreras que impiden su resurrección completa.

Otro desafío se presenta con el tigre de Tasmania, o tilacino (Thylacinus cynocephalus), un marsupial carnívoro que habitaba Australia y se extinguió en 1936. A pesar de contar con numerosos especímenes intactos para extraer ADN, el código genético fragmentado de esta especie requiere una intensa edición para obtener una secuencia funcional. En este caso, encontrar un «anfitrión» adecuado para un marsupial carnívoro representa un desafío adicional en el proceso de desextinción.

### Métodos Alternativos en la Desextinción

A diferencia de la ingeniería genética utilizada en la desextinción de otras especies, los esfuerzos para revivir al uro (Bos primigenius), ancestro salvaje del ganado moderno, no requieren manipulación genética. Gran parte del ADN del uro aún se encuentra presente en las razas de ganado actuales, lo que ha llevado a los investigadores a emplear un método alternativo conocido como retrocruzamiento. Este proceso implica la selección y cría de vacas con características físicas y comportamientos similares a los del uro, con el objetivo de recrear la especie de manera natural.

Finalmente, el quagga (Equus quagga quagga), una subespecie extinta de la cebra común, también se encuentra en los planes de desextinción. Con menos rayas en sus cuartos traseros que otras cebras, el quagga se extinguió en estado salvaje debido a la caza y la presión humana en el siglo XIX. A través del Proyecto Quagga en Sudáfrica, se ha trabajado en la cría selectiva de cebras de llanura con características similares a las del quagga, con el objetivo de recuperar los genes responsables de su patrón de rayas característico.

### El Futuro de la Desextinción

Si bien la desextinción plantea desafíos éticos y científicos, su potencial para restaurar la biodiversidad y corregir los errores del pasado es innegable. A medida que avanza la investigación en este campo, es fundamental abordar los impactos ambientales y sociales de resucitar especies extintas, así como garantizar la sostenibilidad y el bienestar de los animales involucrados en estos proyectos. La desextinción abre nuevas posibilidades para la conservación y la protección de la vida silvestre, ofreciendo esperanza para el futuro de la diversidad biológica en nuestro planeta.