La jornada electoral en Alemania está marcada por el ascenso de la ultraderecha, representada por Alternativa para Alemania (AfD), que podría convertirse en la segunda fuerza política del país, sacudiendo el tablero político. Los conservadores de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) parten como favoritos tras el colapso del Gobierno de coalición de Olaf Scholz a finales del año pasado. Pero, ¿cómo hemos llegado a esta situación?
El desgaste de Scholz, con una economía en recesión y una imagen pública tocada, llevó a la convocatoria anticipada de elecciones después de perder una moción de confianza en el Parlamento. Las encuestas pronostican una victoria cómoda para la CDU, pero el verdadero desafío será formar una coalición de gobierno después de los comicios.
Las encuestas sitúan a la AfD en un histórico segundo lugar, seguida por el Partido Socialdemócrata (SPD) y los Verdes. Los partidos más pequeños podrían ser decisivos para la formación del futuro gobierno, mientras que la incertidumbre y los votantes indecisos mantienen en vilo a los institutos demoscópicos.
La ultraderecha ha ido ganando terreno en la política alemana, con propuestas radicales que generan preocupación en gran parte de la población. Su ascenso ha agitado el debate político, especialmente después de que la CDU tolerara sus votos en una moción parlamentaria sobre migración. A pesar de las críticas y las sospechas de extremismo, AfD ha logrado mantenerse en las encuestas.
En esta intensa campaña, la inmigración y la economía han sido los temas dominantes. Los ataques violentos y la retórica antiinmigración han alimentado el discurso político, mientras que la economía en recesión y el aumento de los precios han generado ansiedad y descontento entre los votantes.
En cuanto a los candidatos, Friedrich Merz lidera la CDU, Olaf Scholz busca la reelección con el SPD, Robert Habeck representa a los Verdes y Alice Weidel encabeza la AfD. La Alianza Sahra Wagenknecht y el FDP también presentan candidatos, cada uno con su propia visión política y propuestas.
El sistema electoral alemán es un tanto complejo, con un sistema de representación proporcional mixta que otorga dos votos a los ciudadanos. Los resultados de las elecciones determinarán la composición del Bundestag y las posibles coaliciones de gobierno.
Tras el cierre de las urnas, se conocerán los sondeos a pie de urna y las proyecciones iniciales, seguidas de un resultado provisional en las primeras horas del lunes. Las negociaciones postelectorales serán clave para la formación de un gobierno estable, con la posibilidad de diversas coaliciones en el horizonte.
En resumen, las elecciones en Alemania marcan un momento crucial en la política del país y la Unión Europea, con la ultraderecha en ascenso y la formación de una coalición de gobierno como el próximo desafío a superar. Los resultados finales y las decisiones postelectorales determinarán el rumbo político de Alemania en los próximos años.